domingo, 17 de octubre de 2004

Acuicultura de Ceuta: otro fracaso de Vivas

La empresa Acuicultura de Ceuta se encuentra en una situación de quiebra financiera que la aboca a un cierre definitivo, si no se toman las medidas empresariales adecuadas para hacer de esta empresa el motor de un nuevo sector económico dentro de nuestra ciudad.

Recuerdo los inicios de esta empresa, cuando nuestro actual Alcalde se encontraba a la cabeza de Procesa y fue el máximo impulsor del proyecto, pues entendía que la apertura de nuestra economía a nuevos sectores la potenciaría y coadyuvaría a la creación de nuevas empresas y por lo tanto de nuevos empleos. Cuestión de la que Ceuta carece bastante.
 
El principal problema que ha tenido esta empresa es su falta de gestión profesional, cuestión bastante normal en nuestra ciudad, donde se miran antes los intereses personales que los de los ciudadanos, como paga el presupuesto de la ciudad da exactamente igual quien dirija la empresa, con tal que lo haga algún amigo del político de turno. A los problemas de gestión profesional hay que unirle, en los primeros momentos, los problemas técnicos que impidieron la construcción de la planta de la forma más adecuada, ante el desconocimiento absoluto del funcionamiento de este tipo de explotaciones intensivas. Fueron tales los despropósitos que se hicieron, que la empresa entró rápidamente en crisis.
 
Así en el año 2001, el Consejo Económico y Social (CES) emitía un dictamen en el que describía el fraude que suponía la empresa “es una empresa totalmente INACTIVA que ocupa a doce personas en mantener unos reproductores que ponen millones de huevos que se tiran al mar”. Y señalaba “el Consejo considera conveniente se dote a la empresa de un órgano profesional para la gestión económica de la misma, y que la planifique, desarrolle y controle de manera permanente”. Así mismo recomendaba “la creación de al menos una empresa de engorde como alternativa al Sector Pesquero en franca crisis”.
 
A pesar de estas indicaciones, Acuicultura de Ceuta continuó con la misma política empresarial, se hicieron ciertos cambios técnicos, pero ni económica ni comercialmente se produjeron los cambios necesarios para hacer rentable la empresa. Ni se pensó en la construcción de la planta de engorde de doradas. Las inyecciones económicas realizadas, una buena parte fue a parar a un fondo de inversión y el resto a pagar deudas de años anteriores.
 
Mientras tanto, la Unión Europea mantenía un cupo a las exportaciones de nuestros productos pesqueros (2,5 millones de alevines y 100 Toneladas de pescado), restricciones que no se han suprimidos hasta junio de 2004. La empresa empieza a ser rentable con una producción de 3 millones de alevines, por lo que no sé qué es lo que ha hecho el Sr. Vivas durante los ocho años de gobierno del Partido Popular que no ha exigido a su Ministro de Agricultura, aquel que conocía empresarialmente tan bien nuestra ciudad, la supresión, muchísimo antes, de este cupo.
 
En el Pleno de marzo, era nuestro multifuncional cargo el Sr. Fernández quien solicitaba una nueva oportunidad para Acuicultura y se enterraban 1,2 millones de euros (200 millones de pesetas) para realizar nuevas inversiones que pudieran hacer competitiva la empresa, pero sin cambiar las cuestiones de dirección empresarial difícilmente puede hacerse competitiva una empresa, y siempre suponiendo que, en esta ocasión, el dinero se haya aplicado en las mejoras que necesitaba la empresa y no en convertirnos en financieros colocándolo en fondos o jugando a la bolsa.
 
No han pasado seis meses y ahora la solución es, primero despedir a todos los trabajadores, los menos culpables de la nefasta gestión económica de nuestro “gran gestor” el Sr. Vivas, en segundo lugar se estudiará buscar una solución a los despedidos, ¿recolocándolos en el Ayuntamiento? Lo que no se plantea es un estudio serio de la viabilidad de la empresa, la acuicultura en España tiene futuro, para el año 2020 se estima que el 50% del pescado consumido provenga de este tipo de explotaciones, pero aún así nos encontramos a años luz de la producción de los países asiáticos, y el mercado de la dorada y de la lubina está a punto de desplomarse, por lo que sería necesario buscar nuevos cultivos que nos permitan hacernos con una cuota de mercado, diversificando la producción de la planta. Imagínense si es posible hacerla rentable que la empresa Alice ya ha realizado una oferta para comprar las instalaciones.
 
El problema no es la falta de rentabilidad de la planta, ni que sea gestionada de una forma pública, sino que la dirección empresarial que ha implantando el Sr. Vivas, haciendo caso omiso a los principios elementales de dirección de empresas, incluso hasta el CES se lo decía, anteponiendo a los intereses de Ceuta los suyos, como siempre, por ello la situación en que se encuentra la empresa Acuicultura de Ceuta es otro de sus fracasos.
 
 

No hay comentarios: